Hotel Cangas de Onis, Hotel Covadonga, Hotel Picos de Europa, Hoteles Cangas de Onis, Hoteles Covadonga, Hoteles Picos de Europa, Alojamiento Cangas de Onis, Alojamiento covadonga, camping Picos de Europa , los lagos de covadonga
Hotel Cangas de Onis, Hotel Covadonga, Hotel Picos de Europa, Hoteles Cangas de Onis, Hoteles Covadonga, Hoteles Picos de Europa, Alojamiento Cangas de Onis, Alojamiento covadonga, camping Picos de Europa , los lagos de covadonga
Conocida como la Garganta Divina, la ruta del Cares nos empequeñece, nos fascina, nos abruma con sus paisajes de roca, sus árboles en lugares imposibles, sus riscos casi inaccesibles, la profundidad del valle excavado por las verdes y cristalinas aguas del río Cares, bajo la atenta mirada del Picu Urriellu (Naranjo de Bulnes), que con suerte veremos al comienzo de la ruta, en la zona de Poncebos.
Abierta la traída de aguas en 1915, en 1945 se hace la senda para dar acceso al canal de la central hidroeléctrica que nos acompaña todo el camino; esto hace fácil caminar entre estas impresionantes montañas casi en el fondo de esta brecha rocosa de algo más de 2.000 metros de profundidad.
De Poncebos a Caín y vuelta, o intercambiando las llaves de los coches a medio camino, merece la pena realizar la ruta a paso tranquilo, parando de vez en cuando para disfrutar de la grandiosidad de este paisaje único. No obstante, el Cares nos obliga a extremar las precauciones, a estar pendientes de las posibles piedras que caen, así como al hecho de estar caminando al borde de un precipicio de manera continua sin barandilla.
Esta inigualable y famosa ruta comienza en el pueblo de Poncebos, entrando en dirección Sudeste en la garganta del Cares.
A unos 600 metros del inicio, llegaremos a una bifurcación, donde veremos un sendero que atraviesa el puente de Jaya, que pasa al lado de una casa con el mismo nombre. Deberemos tomar el camino a la derecha, que nos lleva hacia el desfiladero del Cares.
Caminados los primeros 2,5 kilómetros, comienza el tramo más abrupto de la ruta, donde el camino nos hace ascender y descender por la ladera del monte durante la mayor parte del recorrido. Pero las diferencias de nivel no son muy altas, ni las pendientes muy pronunciadas.
A los 8 kilómetros del comienzo de la ruta, cruzaremos el río por el puente Bolín, de unos 60 metros, que se construyó tras haber sido destruido por una roca el anterior puente, de Trea, en 1944. Unos 400 metros más adelante se vuelve a cruzar el río por el puente de los Rebecos.
Caminamos unos 4 kilómetros y algunos metros más, en el kilómetro 12,3, aproximadamente, y habremos llegado ya al pueblo de Caín, donde finaliza esta archiconocida e indispensable ruta asturiana.
Add new comment